15.9.09

Jardin

Se escucha el correr del agua y agudos cantos de pájaros. Se ven ramas y hojas balancearse. El sol me da calor, y las sombras estáticas de los bancos, frío. Me encuentro en el límite de las sensaciones. En el horizonte que separa la calida arena del mar helado. En la fina línea que divide el brillante pasto, del barro, y la que pone fin a ese verde natural que se enfrenta al cemento hirviendo.
Mimetizada bajo todos los colores en uno, a través de cada sonido y textura, respiro. Siento que soy parte de la pérgola. Las sogas ven todo, desde arriba y desde cada perspectiva, cercanas al celeste infinito, y rodeadas de aire, respiran.

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