2.7.09

Mediocridad y Goce

Ciudades fantasmas y bufandas actuando como mascaraseso es lo que pasa hoy. Como parte de esto mi facultad entre otras, ha cerrado sus puertas.

Vuelvo a mi ciudad de siempre, a esas calles silenciosas, rostros conocidos, árboles meciéndose y toneladas de ojas cubriendo las veredas. Allí todo es paz, serenidad, relajación. Almuerzos con largas conversaciones, siestas de tres horas, tardes con gente conocida, cenas acompañadas de una película, y para finalizar el día, una cerveza bien fría rodeada de voces tenues. Así es allí, así debo ser yo. Volver a acostumbrarme a ese estilo de vida no es difícil…

Pero al entregarme perderé mi espacio, esa independencia que tanto quiero y disfruto: mis duchas eternas, bailar por mi departamento semidesnuda, comer cualquier cosa a cualquier hora, fumar donde quiera o cantar mientras muestro adoración a mis cuadros.

Eso es lo que perderé y entregaré esta vez, para ser parte de ese tipo de vida en la que uno se amolda a lo más mediocre y gozoso que existe.

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